Probablemente piensas en tu gato como en un dulce, suave y ronroneante peluche… ¡y lo es! Pero…
No olvidemos que nuestro pequeño felino aún se encuentra inmerso en un proceso de domesticación y que los gatos siguen siendo, ante todo, unos eficaces depredadores de acecho y emboscada.
Tu gato puede pasar de ser adorable a planear la destrucción del mundo (y viceversa) en un instante. Y es que todas sus pulsiones de caza, todo aquello que le hace comportarse como un felino, están más a flor de piel de lo que muchas veces parece, especialmente cuando tratamos con individuos o razas muy «ancestrales».
En el vídeo, grabo a Baikal durante los juegos de acecho. Aunque no podéis verme, lo interesante del vídeo es que Baikal sólo se mueve cuando me escondo y estoy fuera de su campo de visión. Cuando lo miro, no puedo evitar pensar que tengo en casa una versión reducida de esto (y sí, tú también):
Por ello, aunque nos miren con ojos adorables y sus (no siempre) dulces maullidos nos suenen como el canto de los ángeles… tenemos que recordarnos que siguen siendo carnívoros, depredadores, ágiles y precisos (y preciosos), y que ello conlleva toda una serie de comportamientos y necesidades a los que debemos dar salida para conseguir su bienestar físico y mental.
PD: Mil disculpas por la calidad del vídeo, no estaba pensado para ser publicado y el móvil no daba para más (móvil cuya presencia Baikal no detectó hasta casi el final).